Las relaciones interreligiosas, un presente activo para un futuro esperanzador.
Cada día son más los seres que buscan en su propio interior aquello que no se encuentra satisfecho por las experiencias externas. Las religiones y las filosofías de todo el mundo intentan proporcionar a los seres herramientas para que puedan desarrollarse interiormente y para que la vida sea una experiencia consciente, intensa y profunda; para que la vida sea algo más que una simple brisa en el inmenso y vasto océano del universo.
En las relaciones interreligiosas, se realizan discursos, charlas y coloquios donde se comparten las distintas visiones filosóficas y religiosas de los diferentes credos presentes en todo el mundo. Durante estas jornadas se muestra que, lejos de la visión de enfrentamiento entre religiones (que no responde a la auténtica realidad que las motiva), existe un enriquecedor y beneficioso intercambio de conocimiento y sabiduría entre todas ellas, un intercambio que se basa en el respeto, la concordia y el interés mutuo por compartir, comprender y aprender las unas de las otras; algo esencial en la sociedad global en la que vivimos.
Estos encuentros interreligiosos, muchos de ellos de carácter internacional, se producen en todo el mundo y no es casualidad que uno de ellos se realizara en Catalunya poco tiempo atrás. En los últimos años, en Catalunya se ha experimentado un incipiente interés por la filosofía y la religión budista. De la misma forma, en algunos países orientales, como Japón, se ha despertado un gran interés por conocer y practicar la religión cristiana. En este proceso dual, el Monasterio de Montserrat, uno de los centros de irradiación cultural y religiosa internacional más conocidos en el mundo, se ha convertido en uno de los epicentros de difusión más relevantes de la religión cristiana. Su prestigio, su reconocimiento y sus magníficas instalaciones han sido factores determinantes para que se haya convertido en un uno de los lugares más importantes y destacados para celebrar estos encuentros interreligiosos.
Estos encuentros muestran lo valioso que resulta intercambiar el conocimiento y la sabiduría contenida en los diferentes puntos de vista religiosos y filosóficos del mundo; reflejo de la actual sociedad pluricultural y heterogénea. En ellos se muestra que, en la sociedad actual, las religiones comparten los mismos valores esenciales, como el respeto, la generosidad, la compasión, la comprensión y la convivencia en armonía. También sirven para apreciar que, más allá de las formas, todas las religiones, en esencia, pretenden proporcionar herramientas y caminos para que todas las personas puedan desarrollar su crecimiento individual y social a través del respeto, de la concordia, de la paz y del amor bondadoso.
Las relaciones interreligiosas, en el presente, son una base estable donde desarrollar la comprensión y la colaboración entre las religiones, entre las entidades que las representan y las personas que las conforman. Estos eventos son la muestra de que, con una motivación correcta, la religión puede ser participe en el desarrollo de la ética de la sociedad actual de este mundo increíblemente globalizado, interconectado e interdependiente, para construir entre todos un futuro esperanzador.